Los carotenoides han ganado interés científico durante las últimas décadas, debido a su gran diversidad química (identificados actualmente más de 750 carotenoides) y sus fuertes efectos beneficiosos sobre la salud. Estos compuestos bioactivos ejercen efectos antioxidantes, reparadores, antiproliferativos, antienvejecimiento y antiinflamatorios, y pueden utilizarse en nutracéuticos y cosmecéuticos, para prevenir enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo y la inflamación crónica.
La astaxantina es uno de los carotenoides más destacados, ya que ejerce un fuerte efecto protector sobre el cerebro humano. Su estructura química única, le permite cruzar fácilmente la barrera hematoencefálica, por lo tanto, el cerebro se considera el órgano diana más importante de este carotenoide.
Abordamos en este artículo las nuevas perspectivas sobre el papel neuroprotector de la Astaxantina.